La arquitectura desde finales del siglo 19 hasta comienzos del siglo 20 experimentó una serie de nuevas tendencias las cuales alteraron la idiosincrasia arquitectónica tan drásticamente que aún se construye en base a estos estilos. Mies van der Rohe fue un arquitecto el cual participó en el movimiento de la abstracción y creaba edificios los cuales parecían grandes espacios únicamente divididos por rectángulos. Por otro lado, Antoni Gaudí, también participe de la abstracción, creó edificios con un estilo estrictamente curvo los cuales hasta cierto punto parecían caricaturas de edificios. Sin embargo, estos dos polos arquitectónicos, el curvo de Gaudí y el recto de Rohe, se relacionan ya que ambos lograron elevar la arquitectura a otro nivel mediante su abstracción, su originalidad y su ingeniosidad.
Mies van der Rohe es un arquitecto de origen alemán el cual expresa las características de un ingeniero firme y derecho alemán junto con la creatividad de un artista abstraccionista. La realidad es que Mies combinaba ambos aspectos de su diseño perfectamente. Diseñaba utilizando figuras simples(mayormente cuadrados y rectangulos) con las cuales creaba estructuras arquitectonicas complejas. A pesar de aparentar ser un estilo sencillo y facil de duplicar, la realidad es que la manera en la cual diseñaba Mies llevaba consigo un estudio muy profundo de los espacios los cuales definía mediante el uso de estas figuras geometricas. Fritz Neumeyer menciona al final de su ensayo “A World In Itself: Architecture and Technology” que Mies no fue tan proliferante en el mundo del modernismo ya que no creía en la relación creciente entre la tecnología y la arquitectura lo que es una caracteristica que comparte con Antoni Gaudí.
Gaudí es un arquitecto con un estilo extremadamente dinámico que definitivamente tiene serias diferencias al estilo de diseñar de Mies. Gaudí nació en el siglo 19 en Catalauña y construyo muchos edificios en Barcelona. Este arquitecto tenia un estilo peculiar de diseñar en el cual implementaba objetos y figuras las cuales uno normalmente no ve en edificaciones. Todos sus edificios estaban llenos de curvas y de rarezas como dragones y objetos los cuales parecen fuera de lugar. Además como menciona Lahuerta en su ensayo Humaredas, Gaudí no establece jerarquías entre su construcción y su decoración. Gaudí diseñaba los edificios en su totalidad de la misma manera que Mies lo hacía.
Tenemos, en fin, dos arquitectos con posiblemente los estilos más divergentes en la historia de la arquitectura. Por un lado podemos ver la linealidad y la sequedad del estilo recto y geométrico de Mies mientras que por otro podemos ver el estilo dinámico, creativo, asombrante y único de Gaudí. Aunque ambos arquitectos definieron sus propios estilos, pensaban de una manera muy parecida. Ambos pensaban que la unión entre la tecnología y la arquitectura estaba desligada al igual que ambos eran fieles a sus creencias y no se vendían si les costaba traicionarse a ellos mismos. Crean edificios sin un sistema claro de jerarquías donde todo tiene un valor similar, pero interesante a la misma vez, de manera tal que hay que observar el edificio completo para poder entender la obra en su totalidad.
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